jueves, 9 de mayo de 2013

Las manos de mi pecho.

Ilustración de Gabriel Pacheco.


Creo que tengo unas manos dentro del pecho. A veces, recorren mi torso desnudo por la noche quitándome la respiración. Otras veces rodean mi corazón y lo aprietan muy fuerte intentando sacar todo aquello que me callo, y tenemos una lucha interna a ver quién es mejor, si esas manos o yo.
Nunca las he visto, tal vez porque me estremecen y quiero guardar cada aliento, cada suspiro, cada instante... Sé que las tengo dentro de mi cuerpo, porque las siento ahí, durante pequeños instantes de tiempo. Muy adentro. Como en este mismo momento, que recorren mi cintura por debajo de la piel y hacen que mi respiración sea irregular, que con cada bocanada de aire, respire un poco de vida. No sé de dónde han salido, no sé el tiempo que se quedarán dentro de mí, pero sé que sean lo que sean esas manos, me tienen absorta, de dejan sin palabras, me arrancan los sentimientos más hondos que guardo dentro de mí. Esas manos que guardo en mi pecho...

No hay comentarios:

Publicar un comentario