martes, 31 de diciembre de 2013

Si fueras real, sería más fácil 2013

Ilustración de Carmen Soler (aquí)

Casi me ganas el pulso, querido 2013. Casi. Pero hice esa táctica extraña, de hacer como que te dejaba ganar por un momento, para ganarte la partida. Aunque te quedaste con muchas cosas...
¡Qué fácil sería que los años tuvieran vida, y poder enterrarlos en la basura, o culparles cuando se llevaron cosas preciosas...!
¡Qué maravilloso sería guardarlos en cajas de colores y recordar los mejores, con todos sus detalles, al abrirlas!
Sin embargo, querido 2013, sigamos jugando a que puedo guardarte o enterrarte. Te has ganado un hueco en el vacío que tengo, para recordarte y recordarme. Para no olvidar que a veces se pierde... y otras te duele la tripa de tanto reírme.

Hoy estoy melancólica... Porque ahora tengo tiempo de respirar, porque ya no estoy 14 horas fuera de casa, ni llego agotada. Ahora me acuesto de madrugada con alguna Ambar de más, un poco de tapeo de aquí y de allá... Ahora respiro hondo y sin contaminación... Ahora siento que el tapón que puse en mi pecho, fluye hacia fuera, queriendo salir, cuando paro, cuando me desvanezco en el ruido, cuando ya no miro más allá... Ojalá fueras real 2013, para gritarte y llorarte e intentar hacer un trato contigo. Y que me devuelvas un poco de todo lo que tú y yo sabemos... He ahorrado, en especias, en risas, en sonrisas, en miradas, en cosas buenas de la vida, para hacer un intercambio. Yo te cambio mi tiempo, 2013, por el que me has quitado sin avisar...
Es un buen trato, y siempre lo voy a tener sobre la mesa.

Sin embargo, acabaré recordando las risas, los logros obtenidos, las metas alcanzadas, las cosas bonitas que creé y creí. Lo sé, porque también me has enseñado, que pasa el tiempo, y una siempre acaba recordando las cosas bonitas, con alguna que otra pequeña espinilla.

Pero como no eres una persona, como no eres ni un ente ni un ser divino, querido 2013, sé que acabaré olvidando tu nombre, sé que me quedaré en este presente, porque es el que he aprendido a quedarme a quererme a amar. Aquí y ahora. Llevando conmigo todo (y a todos) aquello(s) que se quedaron en estos últimos 365 días.

Mañana será otro día. Mañana será otro año. Mañana espero tener la tripita llena de Ámbar, una buena sonrisa y una buena comida. Mañana será mañana.