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Vienes y me cuentas que sientes indiferencia en tu pecho y que te duele tanto a veces, que sientes que tu piel es el miedo. Dices que desearías no pensar, que ojalá te dejases llevar, que ya no eres quien creías ser y que tienes conversaciones contigo misma. Susurras demasiado alto que es el principio del fin y me hablas de crueldad y desgana. Te miro con mis nuevas gafas porque son así de grandes para poder observar mejor qué es lo que ocurre a mi alrededor. Te contesto con la sutileza que a veces me caracteriza, mientras jugueteo con mi lengua entre mis muelas. Me duele. Aunque la verdad es lo que no te digo, que el dolor de la muela no es nada en comparación con otros dolores que no atienden a medicamentos.
Mi silencio te perturba porque seguramente las voces de tu cabeza que llevan un tiempo hablándote, no callan. Si te hablo, entonces me prestas atención y sabes que estás salvada. Al menos de momento. Te abrazo, y es entonces cuando te digo lo que has venido a buscar. Un poco de verdad áspera. Y es entonces cuando me cuentas las conversaciones que tienes contigo misma y te las autocompleto porque son las mismas que yo tuve conmigo. Y nos miramos y nos decimos que no sabemos qué es lo que nos pasa. Pero sé que averiguaremos qué es en el momento adecuado. Todo se reduce a momentos, suelo pensar desde hace tiempo. ¡Qué gran mentira! me digo a mi misma. Sin embargo sigo creyendo firmemente en eso. Y vienes a mí para saber si es cierto que he encontrado la respuesta a todo... Pero no, no lo es. A veces la falta de señales es una señal, solían decir... A veces el principio del fin ha llegado y te das cuenta cuando ya estás en la meta, y no es justamente a la que querías haber llegado.
Te abrazo. Fuerte. Muy fuerte. Te digo que te llamaré. Y te escribo. Un email lleno de verdad. Un email de esos que siempre negaré haber escrito, pero de esos que...de esos que hacen que tus amigas sientan un poco de paz. La pena no dura para siempre. Dibujaré sonrisas en nuestros rostros. Siempre. Y este para siempre es de los de verdad.
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