sábado, 27 de abril de 2013

El jazz y esa camisa.


Ilustración de Conrad Roset

Me dejé caer sobre el jazz y la poesía. Porque sabía que la caída no sería muy dolorosa. El jazz me hace imaginar, la poesía me invita a soñar. Mientras subía Independencia, tras perderme en la sección de libros de la Fnac, visualicé a una pareja. Al principio pensé que tal vez llevaban juntos mucho tiempo. La complicidad les delataba. Mientras esperábamos a que los coches dejasen de pasar, para atravesar las vías del tranvía "jugándonos" la vida, en mi Ipod dejó de sonar Jimmy Smith y mis ojos volvieron a ellos. Él no apartaba los suyos de una chica que estaba al otro lado del paso de cebra. Ella, no hacía más que hablarle de la última película que había visto. Entonces, sus ojos fueron al lugar donde él los tenía puestos y le dijo:

-Me gusta la camisa de esa chica.
-A mí me gusta la chica.

Y así fue como ella se enteró de que él había conocido a alguien. Y así fue como yo me enteré de que eran amigos. Amigos de los buenos. De esos a los que con solo una mirada, se lo dices todo.
Gracias Jimmy por haberme dejado disfrutar de ese momento, gracias a ellos, que aunque no lo sepan, han sido los primeros protagonistas de esta nueva aventura.

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